Sí, ocurrió de verdad. No es ciencia ficción ni parte de un capítulo de Black Mirror.
Un tatuaje fue realizado de forma remota gracias a la tecnología 5G. Un brazo robótico tatuó a una persona, mientras el artista que controlaba la aguja estaba a kilómetros de distancia. Y no, no fue un simulacro: fue piel real, tinta real, y una muestra alucinante del futuro del arte corporal.
¿Cómo fue posible tatuar a distancia?
Este experimento pionero fue organizado por T-Mobile en los Países Bajos como una demostración de las capacidades del 5G.
La idea era simple en teoría, pero complejísima en práctica:
- El tatuador trabajaba con una pluma digital y sensores de movimiento.
- Sus movimientos se transmitían en tiempo real gracias a la conexión ultrarrápida y de baja latencia del 5G.
- Un brazo robótico preciso y articulado replicaba cada movimiento sobre la piel de la persona tatuada en otra ubicación.
El resultado: una mariposa tatuada perfectamente… sin que el tatuador estuviera presente físicamente.
¿Quieres ver el vídeo de cómo lo hacen?
Reproduce el vídeo de abajo para ver cómo funciona.
Y tú qué opinas?
¿Te dejarías tatuar por un robot controlado a distancia?
¿Verías esto como una traición al arte tradicional o como una expansión de las posibilidades creativas?
Déjanos tu opinión en los comentarios o ven a charlarlo en el estudio. Aquí, por ahora, seguimos tatuando con tinta… y con corazón ❤️