Una guía práctica sobre cómo cuidar tu tatuaje o piercing tras la sesión para garantizar buena cicatrización y mantener tu piel sana y bonita.

Hacerse un tatuaje o un piercing no es solo una decisión estética: es también un compromiso con tu piel. Y como cualquier obra de arte, necesita cuidados para sanar bien, evitar infecciones y conservarse perfecta con el tiempo.

Aquí te compartimos las recomendaciones que damos en el estudio, fruto de nuestra experiencia y del respeto por tu cuerpo.

🖤 Cuidados del tatuaje

Una vez terminado tu tatuaje, aplicaremos un vendaje que debe mantenerse: ⏳ Mínimo 1 hora y máximo 2 horas.

Luego, sigue esta rutina:

  • Lávalo con jabón cada 3 horas durante las primeras 72 horas.
  • Pasados esos 3 días, lávate la zona 3 veces al día durante 20 días.
  • Después de cada lavado, aplica una crema específica para tatuajes (no cualquier hidratante) también durante 20 días.

Evita durante la curación:

  • Ropa que apriete, roce o suelte pelusas sobre el tatuaje.
  • Exposición al sol o rayos UVA.
  • Colonia, agua oxigenada, Betadine o alcohol.
  • Piscinas, playas, ríos, pantanos o jacuzzis.

🛠 Cuidados del piercing

Tocar un piercing sin higiene es como invitar a los gérmenes a una fiesta.

Por eso:

  • Lávate bien las manos antes de tocarlo.
  • Limpia la zona con suero fisiológico y jabón neutro una vez al día.
  • Solo muévelo en el momento de la limpieza, nunca cuando esté seco.

Durante la curación:

  • Limpia siempre después de comer, fumar o beber.
  • Evita bañarte en el mar o en piscinas.
  • Si el piercing es bucal, usa colutorio sin alcohol.
  • Evita alcohol, chicle y comidas picantes.

💥 Cuidados tratamiento láser

La eliminación de tatuajes con láser es un proceso efectivo, pero también delicado. Tu piel necesita atención especial para sanar correctamente, minimizar riesgos y lograr los mejores resultados. Aquí te explicamos cómo cuidar tu piel después de cada sesión:

🧼 1. Higiene y limpieza diaria

  • Mantén la zona limpia y seca.
  • Lava suavemente con agua tibia y jabón neutro, luego seca sin frotar (puedes dar toquecitos con una toalla limpia).
  • Evita tocar la zona con las manos sucias.

🚫 2. Evita productos cosméticos

Durante los primeros días:

  • No apliques maquillaje, cremas, lociones ni productos químicos sobre la zona tratada.
  • La piel estará sensible e irritada, por lo que necesita respirar y sanar sin interferencias.
  • Aplica una capa fina de pomada con Vitamina E o A&D tres veces al día durante los primeros 3 días.
  • Cubre el área con un apósito estéril durante esos mismos 3 días para protegerla.

❄️ 4. Control del dolor e inflamación

  • Puedes usar compresas frías (nunca hielo directo) para aliviar molestias e inflamación durante las primeras 24 horas.
  • El malestar es normal y suele disminuir con los cuidados adecuados.
  • Es normal que aparezcan ampollas en las primeras 8 horas. Son parte del proceso de curación.
  • NO las revientes. Si se abren solas, aplica pomada en la zona durante al menos 24 horas.
  • Las costras también son comunes: no las retires ni rasques.

🚿 6. Duchas y baños

  • Espera al menos 2 horas antes de ducharte tras el tratamiento.
  • No dejes que el agua caliente o a presión golpee la zona tratada.
  • No sumerjas la zona en bañeras, jacuzzis, piscinas, ríos o cualquier agua estancada hasta que haya sanado por completo.
  • No afeites, rasques ni manipules la piel tratada.
  • Si sientes picazón, usa pomada de Vitamina E o una crema de hidrocortisona suave para aliviar.

☀️ 8. Protección solar estricta

  • La piel tratada es muy sensible al sol y puede pigmentarse si no la proteges.
  • Aplica protector solar SPF 50 o más durante los 3 meses posteriores al tratamiento, incluso en días nublados.

💬 En resumen

La clave es tratar tu piel como lo que es: un lienzo vivo.
Sigue estos pasos con constancia y tu tatuaje, piercing o micropigmentación sanará de forma óptima, sin molestias ni sorpresas desagradables.

¿Tienes dudas o notas algo fuera de lo normal? Escríbenos o vuelve al estudio. Preferimos revisar una pequeña molestia que lamentar una complicación innecesaria.

 

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